15 de agosto de 2012

Bonbon pluvial


     Bon bon de s'asseoir à soir dans le parc: j'ai rencontré une fille qui m'a plu, comme la pluie lorsqu'elle tombe sur ma tête.

9 de agosto de 2012

Sin rumbo (fragmento vi)


La conocí en el Espacio Escultórico; era de noche; yo estaba pacheco y caminaba por la maleza; mis amigos también caminaban por ahí, también pachecos. Me acerqué al cinturón de prismas triangulares, con cautela, porque vi una silueta recostada en el centro de la circunferencia, ahí donde es pura roca volcánica. La persona estaba acostada boca arriba, con las rodillas flexionadas y las manos en la nuca. Mientras me acercaba, por momentos pensaba que era uno de mis amigos, pero esa certeza iba y venía. Sin embargo, esa certidumbre me animó a hablarle, sin pensar mucho. Iba con alegría nerviosa hacia el centro: a lo mejor no era uno de mis amigos. Cuando estuve suficientemente cerca, me di cuenta de que era una mujer, y me detuve, pero ella volteó. Le dije: Hola, y se quedó mirándome. Después de unos segundos, eternizados por la pachequez, me dijo: ¿Algunas vez has escuchado el arpa del rey David? Le contesté, con los ojos bien abiertos y una sonrisa chiquita: Nooo. Definitivamente eso no lo vi venir. Entonces palmeó su mano derecha sobre la roca para que me sentara, y lo hice, y me pasó su audífono derecho para que escuchara. La música me hizo pensar en un atardecer en el desierto, imaginar que yo lo miraba desde el interior de una caverna, en cuclillas, con los brazos sobre las rodillas, pensando en lo acogedor que puede ser el universo, como una casota. Se volvió a mí y me preguntó: ¿Te gusta? Le contesté que sí con la cabeza. Cuando la música terminó, me dijo, mirando al cielo, con una voz interesante e intrigante: es Alèmu Aga, es etíope; sospecho que ha de ser Beta Israel; hay quienes los llaman falashas, pero los Beta Israel lo consideran peyorativo.

Sin rumbo (fragmento v)